Exposición Microempresas

El día 30 de mayo del 2013 en la preparatoria COBACH Maestro Rubén Vizcaíno Valencia se realizó una exposición de microempresas por parte de los grupos de sexto semestre 604 y 605 que llevan a cabo la capacitación de "Planeación y administración de pequeños negocios".

Algunas de las microempresas presentadas en esta exposición eran "Ecop". Lo que se vendía ahí era joyería, pero no cualquier tipo de joyería, sino que era joyería hecha con semillas. La idea de este producto nos pareció muy interesante y atractiva ya que se veían de muy buena calidad, tenía colores llamativos  y la idea de utilizar diferentes tipos de semillas para realizar pulseras y collares era una idea original.

Otra de las microempresas que pasamos a ver fue la de "Jayy Rayon"; el producto que vendían ahí eran libretas forradas con hojas de periódico adornadas con recortes de revistas y otras forradas con papel para envolver regalos. Nos gustaron por que el diseño se veía atractivo, además eran económicas y la idea de reutilizar hojas de periódico y revistas para envolver una libreta nos pareció muy buena ya que no solo nos beneficiamos en tener con que forrar y adornar nuestras libretas sino que también ayudamos a nuestro medio ambiente ya que muchas veces el periódico y revistas que ya no utilizamos terminan tirados en las calles contaminando y dando un mal aspecto a la ciudad.

En fin, estas no fueron todas las microempresas que  se expusieron, había otras donde vendían jabones de tocador, almohadas, etc. fue una exposición muy interesante y felicitamos a los grupos del 604 y 605 que fueron los que llevaron a cabo esta actividad, por el gran trabajo que hicieron.

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"Arrugas" de Paco Roca

Esta historieta se llama Arrugas porque describe la vida de unos ancianos en una residencia. Pertenece al género costumbrista y el autor utiliza un lenguaje claro, sencillo y coloquial en toda la trama.

Nos habla de un hombre de edad mayor y ex gerente de banco llamado Emilio. Cuando tiene principios de Alzheimer su familia decide internarlo en una residencia para ancianos porque ya no puede hacerse cargo de él. Ahí conoce a Miguel, una persona que no tiene familia y no se preocupa por nadie porque siente que nadie se preocupa por él, en la residencia se dedica a estafar a los ancianos cobrándoles por cosas que no debe.

Emilio al haber sido gerente de un banco se ve que es una persona muy estricta, pero al entrar a la residencia se empieza a interesar en conocer a los otros ancianos que también se encuentran ahí. Entre ellos está Antonia, una viejecita alegre que ama a su familia y toma cosas pequeñas de la residencia para su nieto; también Dolores y Modesto, una pareja de la cual él solo tiene Alzheimer y ella está allí por solidaridad y para cuidarlo; la señora Sol quien siempre insiste en llamar a sus hijos para que vayan por ella porque cree que ya está bien de salud, ella es estafada constantemente por Miguel quien le cobra por el uso de un teléfono que nunca encuentra; Juan, un ex locutor de radio, que probablemente debido a la influencia de su trabajo anterior ahora sólo repite lo que otras personas dicen; Rosario, probablemente una antigua aristócrata quien permanentemente imagina que va en el orient express hacia Estambul y así es feliz; Martín un anciano que ama a los perros y esconde uno en su habitación; Pellicer un medallista olímpico a quien le encanta contar sus antiguas hazañas; Félix un ex soldado que constantemente permanece en posición de firmes porque imagina que se encuentra frente a sus superiores y por último Esteban o Ramón su compañero de habitación quien termina matándolo con un golpe de una llave inglesa en la cabeza debido a que no lo dejaba dormir con sus ronquidos y éste es muy irritable.

Como la vida en esa residencia es muy rutinaria la enfermedad de Emilio va empeorando hasta llegar al punto que ya no puede valerse por sí mismo ni recordar las cosas presentes más sencillas.

Esta historieta me gustó, pero a la vez me pareció muy triste ver a todos esos ancianos que son dejados e incluso olvidados por sus familias ya que no  pueden hacerse cargo de ellos. Otra de las cosas que me sorprendió es como Esteban o Ramón termina matando a su compañero de habitación Félix, ya que no lo dejaba dormir por sus ronquidos, aunque eso no fuera culpa de Félix ya que una persona no puede controlar el roncar o no. Al ir leyendo esta historieta me puse a pensar en todos esos ancianos que se encuentran en residencias de ese estilo, tan rutinarias y aburridas y en que no me gustaría estar en su lugar, ya que los ancianos son como niños a los que tenemos que cuidar como ellos nos cuidaron a nosotros.

Roca, Paco, Arrugas, Astiberri, España, 2007, 104 p.   

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Memorias de un bachiller

Brenda:
Volteando un momento hacia atrás 

Debo decir sinceramente, y aunque se escuche un poco exagerado, que mis primeros dos años de preparatoria fueron en verdad una tortura. Todo empezó porque mi mamá me inscribió a una escuela de paga (siempre había estado en escuelas de gobierno), termine ahí por una larga historia, pero para acortarla diré que no saqué ficha para una escuela que me interesaba y por esa razón tuve que entrar ahí, a la preparatoria Xochicalco, que es una escuela particular incorporada al sistema Cobach, con un ambiente universitario y que ofrece un alto nivel académico.

Al principio no me pareció una buena idea, pero al ver las instalaciones de la escuela pensé que no sería tan malo, ya que eran nuevas, sólo había un edificio de preparatoria de dos pisos, por dentro todas las paredes eran blancas, las puertas eran de madera y había macetas con plantas en algunas esquinas para adornar; se veía que era un lugar muy limpio y cómodo, incluso los baños se veían muy elegantes, impecables, con papel de baño y jabón para las manos (cosa que no hay en una escuela de gobierno). Pero las apariencias engañan.  Durante el tiempo que estuve en esa escuela me sentía incomoda, ya que era un ambiente de alumnos totalmente diferente al que yo estaba acostumbrada así que jamás logré sentirme parte del grupo en el que estaba.

Hasta que por fin me pude cambiar de escuela al Cobach Mtro. Rubén Vizcaíno Valencia al grupo 501.

En mi primer día de clases me sentía nerviosa ya que todos se conocían y yo soy muy tímida para hablar con personas nuevas. Ese día llegué temprano, así que puede elegir en que mesabanco me quería sentar, y elegí el tercero de la primera fila que está enfrente del escritorio.    

Como era nueva no me parecía extraño no aparecer en la lista de asistencia, pero unas semanas después salió la lista oficial en la cual no aparecí y tuve que ir a dirección con una secretaria a arreglar ese problema.

          Días después esa misma secretaria fue al salón y cuando me vio me preguntó:

—  ¿Cómo me dijiste que te apellidas?

—  Bracamontes Coronado—respondí—  

—  Tú no deberías estar en este salón, de hecho desde que entraste deberías estar en el 502. —agregó— 

—  Pero antes de entrar aquí me dijeron que debía estar en este grupo ¿Quiere que llame a mi casa para que alguien venga a arreglar ese asunto? —le pregunté— 

—  No, lo que quiero es que te cambies ya al otro grupo. — respondió— 

—  Está bien. — respondí— 

          Y ahí finalizo la conversación.

          Había pasado un mes desde mi ingreso a esta escuela, y me pareció algo chistoso que estuve todo ese tiempo en un salón que no debía, así que me cambié ese mismo día al otro grupo, lo bueno es que ahí se encontraban unos amigos que ya conocía de hace tiempo, Claudia y Martín, así que pensé que no sería tan difícil adaptarme y no lo fue.

           

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Memorias de un bachiller

Martín: 
Comienzo de una hermosa historia

Toda mi experiencia como bachiller empezó en el año del 2010.  Cuando recién entre a la preparatoria el primer día se me hizo muy diferente a como era en la secundaria.  En mi primer día entré todo ansioso al salón porque no sabía que iba a pasar, no sabía con que tipos de compañeros iba a estar casi todo el tiempo. Pero es aquí en la preparatoria donde te vas haciendo de amistades y vas apreciando a los amigos al punto que los llegas a querer como hermanos.

Todavía recuerdo quien fue la primer persona a la que le hable y que hasta la fecha le sigo hablando, y recuerdo como poco a poco me fui creando amistades de otros salones y de repente me empecé a dar cuenta que ya había hecho buenos amigos con personas de grados mayores y estos me pusieron el apodo de “hijo”, porque cuando entre a la prepa parecía niño de secundaria y mis amigos de sexto semestre parecían reos de la “peni”, recuerdo que jugaba diario con ellos fútbol americano en las canchas y me invitaron a que me metiera al equipo de fútbol  americano, recuerdo que me decían:

-Hijo, tú te deberías de meter al equipo de americano

-¿Pero por mi estatura y por mi peso no me harán pedazos?

-Pero tú no jugaras con nosotros, porque estoy seguro que tú nos ves como gigantes pero por eso hay una categoría con los de tu edad y estatura.

Por lo que les conteste: -Deja le pregunto a mi mamá y yo te aviso.

Luego le comente a mí mamá que me estaban invitando a jugar y ella me contesto: -¿Estás loco, sabes que te puedes quedar tonto? –Sí, lo sé pero es el deporte que me gusta. –bueno por mí es un no, pero ahí como tu veas.

Recuerdo que me he quedado hasta 12 horas, en las cuales son las horas de estudio más las horas de entrenamiento en el equipo de americano. También en el equipo de americano es donde se encuentra uno con unas amistades que aprendes a valorar y esas amistades que son para siempre.

Ahorita que ya estoy en mis últimos meses de la preparatoria pienso en todas mis amigos y pienso en que haré sin verlos porque como ya llevo más de 2 años tratando con las mismas personas ya estoy muy encariñado con todos ellos.

La verdad pensé que era mentira lo que me decían que la preparatoria es la mejor etapa de la vida y también comentaban que es aquí en la etapa de la  preparatoria donde tienes que tomar importantes decisiones de qué harás con tu futuro, pero gracias a las orientadoras ellas son las que te ayudan a tomar las decisiones.

En fin la preparatoria para mí ha sido la mejor etapa que he tenido en mi vida y es aquí donde siempre quedara mi corazón y donde siempre recordare los gestos y las frases de los profesores que han hecho que mi estancia en la preparatoria sean gratas.

Ciento que la despedirme de la preparatoria será difícil de superar porque estoy seguro que aunque las carrillas de las tareas, las presiones y todo el estrés han dado un resultado favorable el cual es poder graduarme. Sé que no puedo detener el tiempo y que la vida sigue, pero en fin la preparatoria para mí ha sido toda una experiencia hermosa.

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